Situada en Los Ángeles en 1985, la serie sigue a Ruth Wilder, una actriz con poco éxito. Cansada de ser rechazada en todas las audiciones que realiza, recibe una propuesta para una audición junto a un grupo de chicas, sin saber de qué se trata. Luego el director les comenta que es sobre un programa de lucha libre femenino llamado "GLOW". Ruth al inicio es rechazada por el encargado Sam Sylvia, pero luego de tener una pelea real con su ex-amiga, la también actriz Debbie Eagan, por acostarse con el marido de la última, ambas son aceptadas en el programa.
GLOW’ se basa en un auténtico programa de televisión de de los 80 y hace justicia llamando la atención del público sobre una llamativa historia real que encaja de lleno con los tiempos en los que al fin está imperando el empoderamiento femenino. Además, lo hace sin forzar las cosas para forzar con el público y en la segunda temporada hasta dedicada todo un episodio a mostrarnos el momento en el que la desesperación les llevó a experimentar con grandiosos resultados.
Suena a tópico, pero un gran guion ayuda mucho a que cualquier serie o película funcione. Luego hay formas de hacerlos de menos, pero en ‘GLOW’ son tratados con mimo para potenciar todas sus virtudes. Ya no es solamente que haya sabido captar las peculiaridades del show en el que se basa es que además ha logrado integrarlas dentro del universo propio que ha creado la serie, estando ahí el primer motivo por el que la serie logra interesarnos.
Consecuencia directa de los guiones, los personajes de ‘GLOW’ brillan con luz propia. Es cierto que se basan en parte en lo que sucedió realmente, pero las creadores Liz Flahive y Carly Mensch han creado a sus propias protagonistas. Está claro que Ruth (espléndida Alison Brie) y Debbie (notable Betty Gilpin) tienen más presencia que el resto y se les dedica una mayor atención, pero eso no quiere decir que descuiden al resto, ya que todas ellas aportan su particular granito de arena para convertir la serie en algo único.

Más allá del fabuloso reparto femenino, que en sí mismo ya sería un buen motivo para verla dado que aún sigue sin hacer las suficientes buenas series lideradas por mujeres, me gustaría destacar la gran aportación de Marc Maron como un personaje mucho más complejo de lo que parece a simple vista, ya que él mismo se encarga de que tengamos motivos para odiarle pero al mismo tiempo va mostrando poco a poco las razones por las que realmente llegamos a empatizar con él tanto como con las luchadoras.
- Alison Brie como Ruth Wilder / Zoya Destroya
- Betty Gilpin como Debbie Eagan / Liberty Belle
- Britney Young como Carmen Wade / Machu Picchu
- Sydelle Noel como Chery Bang / JunkChain
- Marc Maron como Sam Sylvia, director del programa
Secundarios
- Jackie Tohn como Melanie Rose / Melrose
- Kate Nash como Rhonda Richardson / Britannica
- Britt Baron como Justine Biagi / Scab
- Chris Lowell como Sebastian Howard, productor del programa
- Bashir Salahuddin como Keith Bang, esposo de Chery
- Rick Sommer como Mark Eagan, esposo de Debbie
- Kimmy Gatewood como Stacey Beswick / Ethel Rosenblatt
- Rebekka Johnson como Dawn Rivecca / Edna Rosenblatt
- Sunita Mani como Arthie Premkumar / Beirut, la terrorista
- Kia Stevens como Tamme Dawson / La reina de los subsidios
- Gayle Rankin como Sheila / La loba
- Elle Wong como Jenny Chey / Galleta de la fortuna
- Marianna Palka como Reggie Walsh / Vicky la vikinga
- Alex Rich como Florian
- Amy Farrington como Mallory
No esperéis aquí una atención tan exhaustiva como la de ‘Stranger Things’ para que la ambientación ochentera se convierta en una baza indispensable para llegar al público -a mi juicio hasta se exceden un poco ahí en esa otra serie de Netflix-, pero sí que es un curioso aliciente. Algunos se quedarán con los peinados, otros con la ropa que llevan cuando están fuera del ring y algunos simplemente con ciertos detalles de ambientación, pero lo realmente importante es que está todo al servicio de la historia, añadiendo los matices necesarios para que su credibilidad no se vea afectada.
No obstante, tampoco es necesario que seas un amante de la lucha libre para disfrutar con ‘Glow’, y es que el wrestling funciona a modo de catalizador de las vidas de sus protagonistas. Un reclamo que perfectamente podría haber quedado como mera curiosidad pero que se trata con respeto y de una forma muy accesible para aquellos que no sientan especial interés por este deporte.
No faltan las situaciones más dramáticas, pero en ‘Glow’ todo está abordado desde una agradable ligereza que permite que las tramas no se entrampen sin necesidad o acaben resultando cargantes. Aquí en todo momento se va adelante, incluso cuando se recuperen elementos recurrentes como todo lo relacionado con la peculiar relación entre Ruth y Debbie, y entra igual de fácil que un buen helado durante este caluroso verano.
No voy a decir que lo tenga todo para gustar a cualquiera, pero sí tiene esa cualidad para despertar simpatía con mucha facilidad.
Comentarios
Publicar un comentario